Es un clásico en estas fechas aludir a la responsabilidad de los conductores a la hora de hacerse al volante. Con las celebraciones propias de la Navidad los riesgos de la ingesta de alcohol en la conducción se disparan. Y los accidentes también.

En una entrada anterior aludíamos a las diferencias entre culpa y responsabilidad en general, en relación con los accidentes de tráfico con positivo por alcohol o drogas. En términos jurídicos la responsabilidad puede ser tanto penal como civil. Vamos a analizar quién responde y por qué en este tipo de accidentes.

La falta de un asesoramiento letrado oportuno es la causa de muchas compañías de seguros se ahorren una buena cantidad de dinero cada año. Esto ocurre si sumamos todos los casos de accidente en carretera o siniestros de tráfico en los que el conductor da positivo en alcoholemia

Es la pregunta que se hacía Bernabé G.L. y la que se hacen muchos implicados en accidentes al volante de vehículos cuando, después del siniestro, superan los máximos permitidos de alcohol o estupefacientes, en los test practicados al efecto y así queda reflejado en el atestado. 

La responsabilidad civil por los daños causados a terceros en cualquier siniestro de circulación está cubierta por la póliza del seguro obligatorio del automóvil.

No hay discusión sobre que la conducción bajo los efectos del alcohol es una acción imprudente, además de correr riesgo de sufrir un accidente el conductor, se pone en peligro a las demás personas y vehículos que circulan.